So says the Headline in the lead story of El Nuevo Herald today. Stay tuned for the translation of this story:
Los pagos de emisoras federales a periodistas son una práctica común
GERARDO REYES y JOAQUIM UTSET / El Nuevo Herald
WASHINGTONEl pago a periodistas en Estados Unidos por su participación en medios gubernamentales es una práctica común que se ha venido haciendo con prestigiosas figuras de la prensa nacional e internacional, y no exclusivamente con reporteros cubanoamericanos.
Así lo indicaron a El Nuevo Herald voceros de Broadcasting Board of Governors (BBG), la entidad federal bajo la cual funcionan radioemisoras y estaciones de televisión del gobierno federal, así como varios periodistas estadounidenses que han recibido los pagos.
Larry Hart, el vocero de BBG, lamentó que el periódico The Miami Herald hubiera omitido ese importante aspecto en la información sobre el conflicto de intereses de 10 reporteros de Miami que recibieron pagos de Radio y TV Martí. Dos de estos reporteros y una colaboradora fueron despedidos el jueves de El Nuevo Herald.
”Durante décadas, por muchos, muchos años, algunos de los más respetables periodistas en el país han recibido pagos por participar en programas de Voz de América”, explicó Hart. “El artículo [de The Miami Herald] da la apariencia de que esto es algo que sólo ha hecho Radio o TV Martí, y que ellos están necesariamente pagando para que [los reporteros] digan ciertas cosas o tengan ciertos puntos de vista”.
Joseph D. O’Connell, director de relaciones públicas del Buró Internacional de Transmisiones, explicó que por lo menos cuatro programas de la radioemisora oficial Voice of America (VOA, por sus siglas en inglés) pagan entre $100 y $150 por sesión a periodistas invitados para hablar de temas de actualidad cada semana.
”Yo creo que todos aceptan los pagos y esto se hace desde comienzo de los años ochenta”, afirmó O’Connell. ”VOA es como Times Square, o los periodistas vienen aquí o nosotros vamos a donde ellos están. Imagínese en 65 años toda la gente que ha pasado por aquí”, agregó.
VOA fue fundada en 1942.
La nota de primera página en The Miami Herald firmada por Oscar Corral, y a la que contribuyeron otros cuatro reporteros de ese diario, señaló que al menos 10 influyentes periodistas del sur de la Florida, entre ellos dos de El Nuevo Herald, recibieron con regularidad pagos de Radio y TV Martí.
Sin embargo, el artículo no explicó que se trata de una modalidad mucho más amplia y extendida entre otros periodistas de Estados Unidos, tanto en forma habitual como esporádica.
”`El artículo del Miami Herald da la impresión de que esto es algo terriblemente malo e inusual”, dijo Hart.
Ante las afirmaciones de que ésta es una práctica común, Tom Fiedler, el director ejecutivo de The Miami Herald, explicó ayer que ello no justifica los pagos.
”Es contrario para la mayoría de los periodistas aceptar dinero o cualquier cosa de valor del gobierno aunque haya instancias en las que esto ha ocurrido”, afirmó Fiedler. ”A cualquier periodista que lo haya hecho se le debe pedir una explicación pública”, agregó.
En cuanto al artículo, Fiedler respondió que el objetivo del mismo era Radio y TV Martí, no VOA.
Los reporteros de El Nuevo Herald Pablo Alfonso y Wilfredo Cancio, quienes cubrían temas de Cuba, fueron despedidos el pasado jueves luego de que sus superiores consideraron que habían violado el código de ética de la empresa, el cual prohíbe recibir dineros o dádivas de fuentes gubernamentales. Alfonso, columnista del diario en español, colaboraba regularmente con programas de Radio y TV Martí, mientras que Cancio intervenía en un programa semanal de Radio Martí. La colaboradora de El Nuevo Herald Olga Connor también fue desvinculada del periódico.
Según la publicación, desde el 2001, Alfonso recibió $175,000 y Cancio $15,000.
Hart citó como ejemplos de periodistas que han recibido pagos por su participación, en forma habitual o intermitente, en programas de VOA, a Tom M. DeFrank, el jefe de la oficina en Washington del New York Daily News; Georgie Anne Geyer, columnista sindicada que publica en 120 periódicos; David Lightman, jefe del buró en Washington del periódico Hartford Courant de Connecticut y Helle Dale, ex directora de las páginas de opiniones de The Washington Times.
”Yo no veo nada malo en eso, consideraría un insulto que me dijeran que por recibir $100, cambio mi manera de pensar”, dijo Geyer. ”La clave está en que los jefes lo sepan” agregó.
Por su parte, DeFrank reconoció que desde hace más de un década ha estado participando en programas de VOA.
”No veo un conflicto, Voice of America no tiene el control editorial de este programa, lo único que hace es emitirlo al mundo”, expresó DeFrank. “Los pagos son una minucia… me gusta hacer el programa, lo del pago es sólo una banalidad”.
Lightman aseguró que su participación en los programas de VOA no acarrea un conflicto de intereses.
”No cubro el Departamento de Estado ni el Pentágono ni ninguna agencia gubernamental”, indicó Lightman, quien participa ocasionalmente en el programa dominical Issues in the news. “Segundo, me pagan muy poco, y lo que me pagan es por que soy un profesional y me remuneran por mi tiempo. En general, no cubro los temas de los que hablamos”.
La página digital de VOA describe Issues in the News (Temas en las noticias) como un programa en el que “tres prominentes periodistas de Washington de medios de comunicación impresos, agencias y audiovisuales discuten las principales historias de la semana en el mundo y el país”.
También reciben pagos los periodistas que participan en el programa Press Conference USA (Conferencia de prensa Estados Unidos), Encounter (Encuentro) y Talk to America (Habla con América), explicó O’Connell.
”Lo hacemos [los pagos] porque consideramos que los periodistas son profesionales que enriquecen nuestros programas”, explicó O’Connell. ”Y ellos pueden comentar lo que quieran, si alguien trata de decirles lo que tienen que decir o lo que no deben decir los invitados, desaparece, esa persona no podrá repetir eso porque se va de aquí”, agregó.
A raíz de la publicación de The Miami Herald, el columnista del diario The New York Sun, Josh Gerstein, citó a otro colaborador habitual de VOA quien recibe pagos como moderador de Issues in the News. Se trata de Martin Schram, columnista de Scripps Howard.
Schram admitió a Gerstein que para él ha sido un dilema interno el tema de trabajar para el gobierno.
”Yo, y creo que otros periodistas que han hecho este programa durante 40 ó 30 años, se han planteado la misma cosa”, afirmó Schram.
Schram comentó a Gerstein que, de ordinario, dona el dinero a asociaciones de caridad, pero que no sería realista esperar que reporteros con experiencia aparezcan gratuitamente en el programa, semana tras semana.
Sin embargo, Schram marcó una diferencia entre VOA y Radio Martí, argumentando que la emisora dirigida a Cuba “tiene como propósito final sacar a Castro, y son muy ideológicos y ellos lo han reconocido. Nunca trabajaría para ellos”.
Antes de la fundación de Radio Martí en 1985, las transmisiones en español de VOA eran considerada subversivas por el régimen de Fidel Castro y sus oyentes tenían que seguirlas en secreto o clandestinamente.
Tanto Radio y TV Martí, como VOA, dependen de la misma autoridad federal, la BBG, y oficialmente comparten los mismos principios de transmitir ”informaciones verídicas y objetivas”, según la página digital de la Oficina de Transmisiones a Cuba.
La Voz de América en español también cuenta con el programa Foro Interamericano en el que participan corresponsales extranjeros en Washington que reciben pagos por su intervención. O’Connell expresó que no sabía si ésta era una práctica fija o esporádica.
Además de la remuneración a periodistas invitados, VOA paga regularmente a colaboradores (stringers) en Estados Unidos que a su vez trabajan como stringers para conocidas agencias de noticias en este país, agregó O’Connell.
O’Connell prefirió no sumnistrar más nombres de periodistas que han recibido pagos de VOA porque al menos dos de ellos llamaron para reclamar porque sus nombres fueron entregados a El Nuevo Herald.
”No puedo dar más nombres por cuestión de cortesía”, explicó O’Connell.
Acogiéndose a la ley de acceso a la información, El Nuevo Herald presentó una petición formal para que BBG entregue la lista de los periodistas que han recibido pagos de VOA, lo cual es información pública.
De acuerdo con Hart, en la década de 1980 recibieron honorarios de VOA el legendario Hugh Sidey, corresponsal de la revista Time en la Casa Blanca; Haynes Johnson, de The Washington Post, y Marquis Childs, el jefe de la oficina en Washington del St. Louis Post Dispatch.
Para Al Tompkins, profesor del Poynter Institute y coautor de un manual de ética periodística, la remuneración a profesionales independientes en VOA es ”ligeramente menos preocupante” que los casos de Radio y TV Martí, pero es “el mismo conflicto”.
”El código de ética de la Sociedad de Periodistas Profesionales dice que uno debe evitar conflictos de interés que puedan ser reales o que puedan ser percibidos como tales”, agregó.
Iván Román, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos, consideró que en el caso de VOA no existe un conflicto de interés porque los periodistas que allí colaboran no reportan en sus medios sobre esa agencia, pero sí representa un problema ético porque hay una remuneración económica.
Román agregó que la nota de The Miami Herald y las contribuciones de periodistas a VOA han revivido el debate sobre la relación de los periodistas con el gobierno y la necesidad de especificar en los códigos de ética qué es lo incorrecto.
”Sabemos que nadie se vende por $100”, agregó.
El periodista de El Nuevo Herald Joaquim Utset contribuyó a esta información desde Miami.
Excellent Henry! The dirty, anti-Cuban-American leanings at the Herald must be confronted vigorously to get them to change their ways! If they persist, it’s Diario Las Americas for me!
Letter from Zoe Valdes to the Herald is long and in Spanish but worth reading!
CARTA ABIERTA
DE ZOE VALDES
A EL NUEVO HERALD
ParÃs, 13 de Septiembre del 2006.
Señor Humberto Castelló:
Le escribo en relación a lo sucedido en El Nuevo Herald, me refiero a la expulsión deshonrosa, a la manera que recuerda a la dictadura castrista, por cierto, de un grupo de periodistas cubanos que trabajaban y colaboraban para ese periódico. Le escribo, repito, porque la noticia me tomó, como a todos, por sorpresa; y desde luego que protesto enérgicamente por esa forma tan poco ética que ha tenido El Nuevo Herald y The Miami Herald, de tratar a estos periodistas; aunque tengo que decirle, que en alguna parte de mÃ, me lo esperaba. Como sabe soy una asidua lectora de El Nuevo Herald, y hasta un momento fui colaboradora de sus páginas. Por cierto, esa colaboración la fueron cortando ustedes, sin siquiera darme una explicación, sin siquiera responder a mis mensajes, y argumentando a veces que el artÃculo era muy largo, otras que era demasiado corto, el tiempo pasaba, y mis artÃculos perdÃan actualidad, y El Nuevo Herald no los publicaba. Les recuerdo que El Nuevo Herald me pagaba por cada artÃculo 150 dólares, lo que no corresponde a la tarifa que acuerda la agencia literaria que me representa con otros diarios del mundo entero. Yo hice una excepción con ustedes, aceptaba esta cifra sólo por mantener la comunicación con mis lectores naturales, las personas que amablemente compran mis novelas, o sea los cubanos y los latinoamericanos que viven en La Florida.
He estudiado la evolución de El Nuevo Herald desde que este periódico tuvo acceso a internet, y lo he comprado a diario en mis estancias en La Florida, y me he ido dando cuenta de que las noticias sobre Cuba, pese a la enorme influencia polÃtica que ejerce la dictadura castrista en el área (Estados Unidos y América Latina), influencia negativa, claro está, desde hace ya más de cuatro décadas, fue cayendo en ciertos casos en el maniqueÃsmo o en la manipulación. Por suerte tenÃamos a periodistas y escritores como Pablo Alfonso, Carlos Alberto Montaner, Ninoska Pérez, Castellón, Olga Connor (quien se dedicaba más a la cultura), entre otros, que informaban con una alta ética profesional sobre la actualidad cubana, en relación con Estados Unidos, con América Latina, con la cultura y el quehacer de los intelectuales del exilio. Es una pena que para, como decir, imponer un cierto equilibrio, El Nuevo Herald se haya visto en la obligación de introducir voces procastristas en varias ocasiones para “nivelar” la opinión, pero eso, según algunos, es la democracia, y vivimos en democracia. Sin embargo, le recuerdo que el primer compromiso que tiene un periódico con sus lectores es informar con la verdad, no con aproximaciones vagas ni con mentiras. El compromiso de un periódico, su razón de existir, es dar la verdad Ãntegra e integral, y en este caso creo, desafortunamente que El Nuevo Herald y sus jefes han mentido, y no sólo han intentado dañar la trayectoria de sus periodistas, además han herido la sensibilidad e inteligencia de sus lectores.
Le escribo porque yo he sentido discriminación en relación a mà misma por parte de este periódico, y muchas veces me he cansado en la lucha por publicar mis artÃculos en sus páginas, lo que me recordó cuando era subdirectora de la revista Cine Cubano en Cuba, y tenÃa que batallar con los censuradores para poder trabajar con calidad.
De cualquier manera, creo que El Nuevo Herald les debe una explicación pública, más consistente que los artÃculos que han salido recientemente, a sus periodistas; les debe, sobre todo, una rectificación y aclaraciones con la verdad en la mano, con las cartas sobre la mesa. Pero lo más importante, nos debe a todos los lectores la restauración de nuestra propia imagen, de nuestro respeto a aquellos que con seriedad hacen el más hermoso trabajo que posee la humanidad hoy en dÃa, la de informar y denunciar los horrores y las injusticias que se cometen en el mundo entero.
Le reitero que conmigo, El Nuevo Herald, podrá volver a contar, en caso de que esta rectificación sea posible con respeto a nuestra inteligencia. Mientras tanto, esperemos que los espacios vacÃos no los ocupen los voceros de la dictadura, del totalitarismo y de la intolerancia, que ya se expanden a Venezuela, y a otros paÃses de América Latina, y se insertan en los centros de enseñanza de Estados Unidos, y por donde quiera donde se abre un hueco a la mediocridad y al cretinismo, muy útiles al castrismo.
Espero que me responda esta carta, ya que otros mensajes que le envié por email jamás me los ha respondido.
Muchas gracias,
Zoé Valdés.
Félix José Hernández
Jefe de Buró
Francia
La Nueva Cuba
Septiembre 13, 2006
This is great Jose Aguirre, Zoe Valdes, Sylvia G. Iriondo too
This was my contribution:
Cuban government wobbles, as Fiedler plays on a hot tin roof
The government in Havana wobbles in a uncertain transition. International press reporters there struggle under censorship still having to interview anonymous sources while other desperate reporters co-opted by the Castro regime try to make themselves attractive as potential employees to El-Jazeera and Hugo Chavez funded “alternative� news sources.
Meanwhile Cuban government supporters among the press and internet community here in the US and overseas, fight on, trying to offer what support they can to General Raul Castro’s new leadership. In Miami, and other places in the US and abroad, the Cuban exile and Cuban-American community and intellectual leaders make the internet come a-fire with protests about the odd circumstances of the Miami Herald purge of anti-Castro reporters as the newspaper’s editorial leadership suddenly alleges that the common practice of payments for appearances on Radio and TV Marti are conflict of interest.
The Nuevo Herald, the Spanish language sister paper, has now conceded that such payments as those of the “Voice of America” are a standard practice [http://www.miami.com/mld/elnuevo/15512723.htm]. Meanwhile at the English language Miami Herald executive editor Tom Fiedler, to date, still maintains his firings are appropriate [http://www.miami.com/mld/miamiherald/news/15513470.htm]. El Jigue 9-14-06